En las últimas décadas la industria minera ha crecido de forma importante, sin embargo los profesionales de perfil técnico no han crecido al mismo nivel. Esto afecta las decisiones estratégicas sobre innovación que, muchas veces, no contemplen la totalidad de los factores técnicos a considerar para el desarrollo de nuevos proyectos. A esto, se suma una insuficiente preparación de nuevos profesionales en el plano de la innovación y desarrollo tecnológico, lo que da como resultado una mano de obra que aún no está adaptada para enfrentar los nuevos requerimientos y necesidades de la industria.
•Contratar gente con experiencia y capacitación.
•Trabajo integrativo con universidades y centros I+D+i
La minería chilena presenta altos costos logísticos para innovar. Esto se presenta como una gran dificultad para los proveedores nacionales, quienes no son capaces enfrentar estos costos— que implica la realización nuevos proyectos— por la falta de recursos.
•Desarrollar centros de pilotaje.
•Gestionar alianzas con “Minas Escuela” (Universidad de La Serena y Universidad Adolfo Ibáñez).
El alto nivel de externalización hacia empresas proveedoras, en distintos procesos, no permite que la compañía minera pueda acumular nuevo conocimiento. Esto genera una dependencia con proveedores, lo que aumenta los costos.
•Capacitación del personal interno.
•Contratación de expertos.
A lo largo del tiempo, las compañías mineras generan conocimiento con potencial innovador. Sin embargo, éste se pierde debido al desinterés de nuevos directores y gerentes. Así, la posibilidad de apropiación pasa a empresas transnacionales, que sistematizan el conocimiento desarrollado y obtienen control exclusivo sobre éste.
•Mejorar la gestión del conocimiento a través de protocolos, manuales y procedimientos.
•Levantamiento de información disponible.
•Contratar empresa y/o centro experto en análisis de información y proyectos.