Existe un diagnóstico compartido de que la minería a nivel mundial es una industria conservadora y con escasa cultura para la innovación, tanto en nuevos proyectos como en el mejoramiento continuo y excelencia operacional de aquellas innovaciones que ya se encuentran en desarrollo.
Chile no queda exento de esta realidad, pues el sector más actualizado en estándar tecnológico— que corresponde a las operaciones de la gran minería de cobre, privada y estatal— utiliza soluciones que se encuentran instaladas hace más de 25 años. Esto sucede porque las empresas mineras, en general, basan sus decisiones en minimizar los costos con tecnologías probadas más que generar innovación en sus procesos productivos.
Sumado a lo anterior, no existe un modelo de colaboración eficiente entre compañías mineras, empresas proveedoras y centros de I+D nacionales, lo que genera aún más dificultades para el proceso de innovación tecnológica en nuestro país,
además las empresas mineras prefieren trabajar con grandes proveedoras transnacionales que tengan tecnologías ya probadas.
En este escenario, la principal motivación que ha impulsado al desarrollo de este proyecto— que forma parte del Programa Nacional para la Minería Virtuosa de Corfo— es ayudar a mejorar la vinculación entre los diferentes actores mineros (productores, proveedores y centros de I+D) de manera de profundizar prácticas de innovación a través de la generación de un marco global que facilite la innovación colaborativa, incentivando relaciones de ganar-ganar con el objetivo de aumentar la competitividad sectorial y diversificar la matriz exportadora de bienes y servicios de Chile a través de los proveedores. Creemos que este proyecto puede ayudar a generar las condiciones habilitantes para un aumento de la productividad sectorial minera.
