Toda empresa que implemente una nueva tecnología se expone a que aparezcan soluciones similares en el mercado. Es por ello, que una buena práctica es agregar mejoras constantes a la solución. Esto permite mantener el liderazgo frente a la competencia y establecer relaciones de largo plazo con los clientes.
Una buena práctica para motivar a los empleados a generar innovaciones tecnológicas, que permitan dar vida a nuevos proyectos, son los incentivos (ya sean monetarios o de otro tipo). Los beneficios siempre resultarán atractivos y motivantes para embarcarse en la creación de nuevas soluciones.
El precio del cobre condiciona el accionar de los actores del ecosistema minero. Cuando el precio del commodity es bajo, se resienten los presupuestos y se tiende a generar menor cantidad de innovaciones. Diversificar clientes, es una buena estrategia que permitirá no depender unos pocos compradores. Esto, además, posibilita mantener proyectos de innovación incluso en épocas difíciles.
Para lanzar nuevos productos y/o servicios es clave, para la empresa, saber si existirá un mercado de compradores y si éste, será lo suficientemente grande. Para llevar a cabo un estudio, las compañías pueden aplicar técnicas de investigación de mercado que permitan pronosticar qué es lo que se necesita y en qué medida. Una vez definido el mercado al que se pretende llegar, aumenta la eficacia en cuanto a esfuerzos y asignación de recursos.
